El 5 de octubre se
realizó la jornada con el título 'Nuevas tecnologías aplicadas a la Salud Mental', en el marco del ciclo de
conferencies “Nuevos retos en Salud Mental y Adicciones” que organiza el
Instituto de Neuropsiquiatria y Adicciones del Hospital del Mar.
Allí se habló de eHEALTH o 'salud digital', y de la aplicación de estas
nuevas tecnologías en su trato con las personas usuarias de la red de salud mental.
Tras la presentación del director del INAD, Víctor Pérez-Solà y el
representante del Ayuntamiento, inició su monólogo el psicólogo F. Colom
contratado recientemente por esta empresa para promover la investigación en
determinadas áreas. Éste se dedicó básicamente a vender la necesidad de
extender la mano de los terapeutas hasta abarcar cualquier lugar por remoto que
sea. Y claro está que para eso, nada mejor que las nuevas tecnologías. Donde
antes se hacía una terapia individual, ya no sólo se puede hacer un grupo
terapéutico, sino que además se puede dar una terapia online donde sea y cuando
sea... Ese fue el previo para luego poder hacer una alabanza absolutamente
desmedida de la necesidad de innovación (claro está, en relación directa con su
contrato de trabajo y su posición en la empresa). ¡Innovación porque es
progreso!¡innovación porque es ser ético con el paciente!¡innovación para
avanzar!¡para financiarnos solos y para abaratar costes y para ganar a la
competencia y...! Y es que, antes de nada, ya había certificado la muerte de
las psicoterapias.
Le tocó el turno a Jordi Martínez, el director de innovación de la
Fundación TicSalut, organismo que pertenece al Departament de Salut de la
Generalitat de Catalunya. Éste trazó las líneas del futuro que viene (ver aquí la presentación). Entre
diapositivas mucho más vistosas que las del resto (es de innovación, !¿qué os pensabais?!), apuntó un futuro centrado en las 4 pes: predicción,
prevención, personalización y participación. Medicina 4P le llaman. La cuestión
ya no es el contenido, sino los medios. El internet de las cosas, la
interconexión de bases de datos, Big Data, Apps a doquier. ¿para qué queremos lugares físicos de
visita en un mundo digitalizado? Si además se posibilita la prescripción online
mediante aplicativos. Y lo mismo con las prescripciones no farmacológicas.
Mucho mejor aplicativos de prescripciones genéricas para diagnósticos, que para personas diagnosticadas. Se prescribe como una receta electrónica y el paciente solo tiene
que hacer lo que le digan (recomienden, prescriban o manden, hay diferencias...). Que estás gordo, ¡cuídate, controla tu dieta, haz ejercicio!
Que tienes una esquizofrenia, ¡no discutas, no fumes porros, apúntate al
gimnasio! Sarcasmo sí, exageración alguna, pero es que
lo extremado se acerca hoy día más a lo futuro. Ya lo decía Günther Anders.
Siguiendo. Esas aplicaciones tecnológicas a prescribir electrónicamente las
evaluaría y acreditaría el propio organismo para asegurar su validez y
certificar su eficacia. Y éstas, estarían en un 'escaparate' virtual para ser
accesibles al prescriptor de turno. A día de hoy ya se hacen pruebas piloto en
atención primaria que implican este tipo de prescripciones. Para acabar,
recomendó a los presentes no perder de vista el modelo de negocio que se quiere
cuando uno inicia su travesía de emprendedor. Más que nada tener en cuenta un
negocio que se sostenga por sí mismo sin necesidad de dinero externo (del
erario público o no). Y como muestra de líneas de interés nombró el proyecto 'Momentum',
una red europea que aglutina a modo de pupurri interesado a instituciones de la
salud, agentes de la telemedicina, gerentes, seguros de salud, pagadores
varios, pacientes (debe ser participativa...), entre otros, que se dedican a la
extensión de las nuevas tecnologías en medicina. Como bibliografía de cabecera
del Departament dejó este dossier
que linko para el que tenga interés en su lectura.
Para acabar la primera parte de la jornada escuchamos a Joima Panisello,
médico que representaba los intereses privados de la plataforma digital de
salud, Medtep. El interés de la empresa que
representa es el de extender todo lo que tenga que ver con el registro de datos
y la gestión de esa información y de los sistemas de información. Para ello veía
imprescindible la integración de todos los datos de los individuos no sólo
médicos sino sociales. Y es que como informaban en la página Negre i Verd
se está preparando en Catalunya la historia social única, o como decían allí
'un fichero de pobres'. De todas formas, para Panisello y los intereses que
representaba en la jornada, esa integración masiva de datos personales
permitiría algo deseable para las mentes adictas al control y la seguridad, a
saber, la estratificación de cada persona incluida en los archivos y una
actuación pertinente y protocololizada en determinadas situaciones. En esa
línea existe ya en Catalunya el proyecto PCC i MACA (Pacient Crònic Complex i
amb Malaltia Crònica Avançada)
que básicamente estratifica población enferma grave y crónica según algunos
factores diversos y decide qué se hace en situaciones concretas, fundamentalmente con el fondo del gasto económico que ocasiona cada actuación. Y como no, también realizó
un elogio de las nuevas tecnologías por aportarnos inmediatez en la atención y
continuidad las 24 horas del día (cosa que las personas no van a hacer nunca;
que limitados son los humanos...). Sin embargo, para que las nuevas tecnologías
puedan introducirse de manera fluida en nuestra vidas hay que cambiar la
cultura, como planteaba el anterior ponente. O como bosquejaba Panisello
hacerlo por medio de los clínicos, garantes de la confianza que da la sabiduría
científica. Y es que como certificó: 'el cambio no va de tecnologías, sino de
personas'. Ahora queda que los clínicos se lo crean. A buen seguro que muchos
lo harán, más bien la cosa radica en que nos les cree más problemas en su
trabajo diario que soluciones.
Después de la parte más ideológica y publicitaria le tocó el turno a
aquellos que lo llevan a la práctica para beneplácito de sus mecenas. Se
vendieron las bondades de Apps del ámbito de salud mental de todo tipo.
Resumiendo. Una app para personas diagnosticadas de trastorno bipolar para
automonitorizarse el estado de ánimo, energía, horas de sueño, etc, y recibir
psicoeducación (SIMPLe Project); otra para tardar menos en hacer una
exploración psiquiátrica (PsicoApp); el tratamiento de fobias varias (incluido
hablar un público...) con gafas de realidad virtual o aumentada; otra app para
móvil que permite registrar experiencias a modo de diario, identificar
desencadenantes de conductas problemáticas en personas diagnosticadas de
Trastorno límite de personalidad, y que además dispone de posibilidad de
geolocalización (planteado como útil por si presenta conductas suicidas o
parasuicidas); otra que permite registrar y monitorizar la actividad física,
social y el estado fisiológico en personas diagnosticadas de 'esquizofrenia
resistente al tratamiento', además de adoctrinarlas y predecir si colaborará en
el tratamiento mediante sus actitude; y un aplicativo online de apoyo
psicológico en personas con depresión leve o moderada ya comentado aquí anteriormente (ifightdepression).
Hubo más, pero poco reseñable.
Aquí acaba la reseña de una jornada que muestra bien a las claras el
horizonte sanitario que depara a quien acabe como usuario o como trabajador en
la red pública de salud mental. Pública, pero concertada con empresas. Empresas
no sólo del ámbito de la gestión de la asistencia, sino también dedicada a
vender sus productos tecnológicos. Productos tecnológicos que no se construyen
sólo en los laboratorios o en las fábricas, sino en los despachos de los
centros de asistencia de la red pública de salud. Aquellas personas que presentaron las Apps
son las mismas que atienden a diario. Lo que pasa es que ahora también hay que
vender motos (aunque algunos llevan mucho tiempo haciéndolo...). La moda que se
lleva son las 'spin-offs' (salpicaduras). Proyectos nacidos como
extensión de otro anterior. Empresas nacidas de otras para convertirse en otra
empresa por sí misma. Esto es lo que hay en 'nuestra' sanidad catalana.
Productividad, autofinanciamiento, competitividad, emprendiduría. ¿Y el
paciente? ¡Que arrime el hombro, como todos! Esto es lo que hay en nuestros hospitales.
¿Más ejemplos? Aquí otro.
Los hay por doquier. Leed las noticias y veréis.
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